Teloncillo ha respirado cuentos sobre el escenario del Teatro Juan Bravo, lo ha convertido en un jardín musical, nos ha contado lo que nunca se contó de Caperucita Roja y también nos ha llevado al País de las Maravillas con Alicia... Teloncillo siempre esconde historias detrás del telón y esta vez llega cargado de olas. Olas tan grandes que nacen en el patio particular de una niña llamada Chloe y saltan hasta las nubes y de ahí al fondo del mar.

 

Las Olas de Chloe y de Teloncillo están llenas de sonidos acuáticos, magia, luz, música y canciones que juegan con la lluvia y con el mar, con los peces y el coral. Son unas olas para que los más pequeños, que son los que menos pueden disfrutar a menudo de ellas, puedan jugar y se dejen llevar por la marea.

 

información:https://www.teatrojuanbravo.org/